La història de l’arribada de la Sheila Maeztu al nostre primer equip Femení és de les que agrada explicar: un bon dia decideix venir a Reus a seguir els seus estudis de Fisioteràpia des de la seva Navarra natal i, com que des de fa anys practica el bàsquet a la seva terra i ho fa prou bé (jugava al Lagunak de Barañain, equip que va arribar a disputar el playoff d’ascens a LF2), decideix buscar-se un equip a Reus.
La sort, el destí, o com vulgueu anomenar-ho, decideix que la Sheila cerqui per Internet i que el primer club que trobi sigui el nostre. A través de la pàgina web de la FCBQ aconsegueix el telèfon de contacte del club i se’ns presenta demanant informació i preguntant si hi hauria lloc per una jugadora com ella a algun dels nostres equips, “el que sea”.
I tant si n’hi havia! La vam posar en contacte amb el Bernat Bauzà, qui ni tan sols va haver de posar-la a prova per decidir que si volia li fèiem fitxa de seguida.
Malgrat informar-la de que tot just el nostre primer equip acabava de patir el segon descens consecutiu i que això ens deixava (de moment) a una categoria inferior a la d’altres clubs del nostre entorn, la Sheila va començar a demostrar-nos la seva qualitat com a persona abans que com a jugadora i va mantenir ferma la seva decisió i apostar pel nostre equip sense importar-li la categoria on hagués de jugar ni, també cal remarcar-ho, els cants de sirena que va començar a sentir des d’altres llocs propers quan es va saber que venia. De fet, més tard ens va dir que, coneixedora del nivell del bàsquet femení català, pensava que Segona Catalana seria una bona categoria per prendre-hi contacte.
La resta de la història en la part esportiva ja és bastant coneguda pels qui hem seguit la brillantíssima trajectòria del nostre Sènior Femení al llarg de la temporada, ja que la Sheila n’ha estat peça clau assegurant punts, rebots i, sobre tot, molt de sacrifici i esperit d’equip.
Però hi ha una part que no es coneix, i que arribats a aquest punt i després de tot el que ha passat creiem important remarcar, sobre tot perquè engrandeix més encara la qualitat humana de la Sheila: les coses no han estat gens fàcils per ella fora de la pista i ha hagut de patir per causes completament alienes, de fet totalment antagòniques, a l’esperit de l’esport.
Donat que el cas es troba denunciat a les autoritats no en donarem més detalls, però sí que volem compartir aquí amb vosaltres la carta que ens va fer arribar poc abans de la fi de la lliga regular i un cop confirmat l’ascens de categoria, segons ens deia “porque quiero que quede claro como ha sido este año para mí… Y así me quito el peso de encima que llevo”.
Llegiu-la i esperem que us agradi tant com a nosaltres i us ajudi a entendre l’enorme mèrit que té el que ha fet la Sheila aquest any que porta amb nosaltres, malgrat hi hagi qui s’ha entestat en fer-li venir ganes de tornar a casa. Noteu que, malgrat tot el que ha hagut d’aguantar, ni tan sols ho esmenta al seu escrit sinó que se centra en agrair tot allò de bo que n’ha tret de la seva experiència a casa nostra.
No afegirem doncs res més que les paraules escrites per la Sheila i, per suposat, el nostre més sincer agraïment:
ESKERRIK ASKO, SHEI!!
CARTA A PLOMS-SALLE
No sé muy bien como empezar, pero creo que la mejor forma es diciendo GRACIAS.
Soy Sheila Maeztu, jugadora navarra del senior femenino.
El comienzo de la temporada fue complicado: cada integrante del equipo venía de un sitio diferente, desde clubes de la provincia hasta Natalia y yo, que ella venía de Mallorca y yo de Navarra. Así que el que jugáramos en equipo costó bastante, por eso yo creo que nuestro ascenso tiene bastante mérito.
Hemos logrado construir desde cero un equipo sólido en defensa y con alta anotación en ataque. También hemos sabido gestionar el momento en el que falta una jugadora, ya sea por lesión o por otros motivos haciendo que no se note demasiado. En este momento es cuando nos hemos tenido que repartir el trabajo dando un plus por el equipo.
Pero esto no es lo más importante, sino que hemos construido una FAMILIA, me atrevo a decir que cada miembro del equipo está dispuesto a dar un brazo por la que está a su lado. La familia es la que siempre está en los momentos difíciles, la que te apoya siempre ganes o pierdas, la que te protege, la que se preocupa por ti, la que te empuja hacia adelante cuando más lo necesitas, la que te saca la sonrisa cuando tienes un día malo, y la que cuando una está mal las demás le cogen de la mano y le dicen: “no estás sola, estamos juntas, podemos con todo”.
Para mí el secreto de este año ha sido la FAMILIA que hemos construido. Nunca llegué a imaginar que estar tan lejos de mi familia, de mi casa, de mis amigos… lo fuera a llevar con la sonrisa que lo he llevado y esto es gracias a que esta (otra) familia me ha recibido con los brazos abiertos desde el día que llegué. Además, me he sentido respaldada por cada jugadora y entrenador del club. De no conocer a nadie a llevarme amistades que durarán para toda la vida. De no querer venir tan lejos de mi casa a estudiar, a saber que en verano os voy a echar de menos a cada uno de vosotros.
Desde el 4 de septiembre, hasta el día que me vaya sé que estamos junt@s, porque lo conseguido lo hemos conseguido junt@s. Ninguna de las jugadoras ha sido más ni menos este año; todas hemos sido importantes desde las que han jugado poco a las que han jugado mucho, todas hemos aportado nuestro granito de arena y a base de trabajo y esfuerzo lo hemos conseguido.
¡Somos de primera!
Como he empezado me despido, GRACIAS a todos, desde los directivos del club, la administración, los entrenadores de todos los equipos, nuestra preparadora física, el segundo entrenador, a todas las jugadoras que han subido con nosotras desde cadetes hasta juniors, sin vosotr@s no hubiera sido posible conseguirlo. Tod@s nos habéis ayudado por lo que el mérito también es vuestro, tenemos que estar orgullosos de lo conseguido este año.
Y no me olvido de Bernat, ya que ha tenido gran culpa de este ascenso y de este año. Él ha conseguido construir nuestro equipo, alcanzar la unión que tenemos tanto dentro como fuera de pista, que creedme fuera de pista somos un peligro (entre cumpleaños, calçotadas, comidas, fiestas en Arbolí, cenas y montaditos…) solventar los problemas y por supuesto, siempre ha estado ahí, confiando en mi al 100% desde el momento que llegué, apoyándome en todo momento, ayudándome cuando más lo necesitaba y ejerciendo de hermano mayor. Gracias Bernat, sé que siempre podré contar contigo.
¡Gracias a tod@s de corazón! Y como me han enseñado desde txiki: “Trabajo y humildad, secreto de todo triunfo”.
PD: Aún nos queda la última batalla juntas en Girona, ¡a por ello!
